energía no explotada

La energía no explotada se refiere a la cantidad de energía potencial que no se ha aprovechado o utilizado en aplicaciones prácticas, como la generación de electricidad o el suministro de calor. Esto puede incluir fuentes de energía renovable no utilizadas, como la energía solar, eólica o hidroeléctrica, así como energía residual que podría recuperarse de procesos industriales, sistemas de calefacción, o de la energía que se pierde en el transporte y distribución. La energía no explotada representa una oportunidad significativa para mejorar la eficiencia energética y reducir la dependencia de fuentes de energía no renovables, así como para disminuir la huella de carbono. Identificar y utilizar esta energía puede llevar a una mayor sostenibilidad y a un uso más responsable de los recursos energéticos disponibles.